LAS FAMILIAS LESBOPARENTALES: EJEMPLOS DE MATERNIDADES MÁS ALLÁ DEL VÍNCULO BIOLÓGICO
RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Proyecto Doctoral "Maternidades de las mujeres lesbianas en Cataluña" (en proceso) - Estudios avanzados en Antropología, Universidad de Barcelona, Barcelona. España
“A l'atzar agraeixo tres dons: haver nascut dona,
de classe baixa i nació oprimida.
I el tèrbol atzur de ser tres voltes rebel.”
Maria Mercè Marçal[1]
Introducción
Con esta cita de la poeta catalana Maria Mercè Marçal quiero empezar esta comunicación, con la idea de reivindicar, como también lo hace ella con las mujeres, la diversidad familiar y como un ejemplo de ello las familias lesboparentales. Al hablar de familias lesboparentales me refiero a familias que están formadas por una o más mujeres lesbianas que tienen descendencia, independientemente de la procedencia de ésta. A veces se habla de familias lesbianas, siguiendo una traducción de los términos que se utilizan tanto en francés como en inglés, pero desde mi punto de vista las familias no son lesbianas sino que las mujeres adultas que las conforman sí lo son, a veces algunas se autodefinen así y otras sólo reconocen tener una pareja de su mismo sexo que las visibiliza como lesbianas. Partiendo de la idea que el lenguaje puede construir pensamiento creo que es importante también generar y utilizar palabras que definan esa realidad que como investigadoras miramos. Hablando de familias homoparentales lo haríamos desde un genérico que obviaría a las familias formadas por mujeres lesbianas, una vez más invisibilizando una realidad que ha sido doblemente invisible por el hecho de ser mujer y además lesbiana.
Esta comunicación parte de mi proyecto de tesis doctoral en antropología sobre las maternidades de las mujeres lesbianas en Catalunya dentro del programa doctoral de Estudios Avanzados en Antropología de la Universitat de Barcelona. Es un proyecto todavía en construcción; haciendo un símil con la maternidad, podríamos decir que todavía estoy embarazada y me quedan algunas semanas (en este caso todavía bastantes meses) para dar a luz. Con este proyecto pretendo visibilizar unas maternidades que van más allá del vínculo biológico porque no siempre la maternidad parte de la concepción biológica. Las maternidades de estas mujeres no siempre parten de su barriga, de su embarazo, sino que a veces es del embarazo de su compañera, otras como producto de una adopción nacional, otras de una adopción internacional, otras de una relación heterosexual por parte de alguna de ellas e incluso puede partir de una relación lésbica anterior y la formación de una nueva familia (una reconstituida). Esta investigación surge de mi realidad personal, como antropóloga por un lado y, por otro, como madre dentro del contexto de una familia lesboparental. Estos dos aspectos de mi biografía son los que me acercan al tema a investigar y me hacen decidir que sea éste, y no otro, el objeto de mi investigación. En estos momentos, estudiar a las familias homoparentales es un reto y una oportunidad. Aunque hay estudios etnográficos sobre la identidad sexual (Viñuales, 1999), son escasos todavía los trabajos antropológicos sobre familias homoparentales en España. Entre ellos destacar el de Silvia Donoso, que presentó su tesis doctoral en 2012, a Immaculada Mujika Flores (2007), que hizo un estudio sobre las lesbianas en el País Vasco (con un capítulo sobre la maternidad lésbica), a Elixabete Imaz, que ha escrito diversos artículos sobre las madres lesbianas en el País Vasco, y a José Ignacio Pichardo Galán (2009), que hizo su tesis doctoral sobre las relaciones homosexuales y los nuevos modelos de familia. Cada mujer vive y construye la maternidad de una manera determinada y única, por eso hablo de maternidades en plural, como plurales son las historias de vida de las informantes que han participado en esta investigación. A todas ellas mi agradecimiento por su confianza. 1345
El proyecto de investigación
El objetivo general del proyecto de investigación es analizar la construcción cultural y las prácticas de las familias formadas por mujeres lesbianas en el contexto de la sociedad catalana, desde las vivencias de las propias mujeres. La hipótesis principal que me planteo es que las mujeres lesbianas construyen sus maternidades más allá del vínculo biológico. Así el lazo parental no sería sólo aquel biológico, también incluiría el parentesco social, una noción de parentalidad independiente de la definición biológica. En el proceso y construcción de las maternidades de las mujeres lesbianas, en el que la mayoría de las personas estamos como protagonistas, parejas o familiares, es donde quiero poner "esa mirada antropológica", que sabe hacer extraño lo cotidiano, que sabe ver más allá de los acontecimientos, que sabe dar voz a las protagonistas. La investigación se realiza en Catalunya. El número de familias entrevistadas es de 18 familias siguiendo los siguientes criterios:
- Procedencia y lugar de residencia: teniendo en cuenta el entorno rural y urbano
- Tipo de familia: que se reflejen los diversos modelos de familia (familia monoparental, nuclear, reconstituida, etc.) y como se accede a la maternidad (adopción nacional o internacional, inseminación artificial, reconstitución de una nueva familia, etc.)
- Pertenencia a una asociación de familias de lesbianas y gays, en concreto la Fig. (“Associació de Famílies de Lesbianes i Gais de Catalunya”: www.familieslg.org): el 50 % de las familias serán socias de la asociación y la otra mitad no.
La técnica de investigación utilizada ha sido la historia de vida, así he realizado historias de vida de mujeres que viven con otras mujeres o bien que tiene un proyecto de maternidad en solitario. De esas historias, de sus relatos surgen estas narraciones etnográficas.
Algunos apuntes de narrativas etnográficas
En este apartado se incluyen algunas narrativas etnográficas de la investigación que estoy realizando y que todavía está en proceso. El objetivo es describir e interpretar las narrativas y las prácticas de las mujeres lesbianas catalanas en relación a la construcción de sus maternidades. Pretendo observar como las mujeres y las familias formadas por mujeres lesbianas construyen sus discursos de identidad, sus maternidades, cómo y cuándo deciden tener hijxs, cómo describen el ritual del matrimonio y cómo explican los procesos y vivencias de su vida cotidiana, etc. La mayoría de mujeres entrevistadas explican que conocen a su pareja o bien dentro del círculo laboral o por amistades comunes, no describen como habitual haber conocido a su pareja actual dentro de lo que se llamaría “el ambiente” (es decir locales de ocio para mujeres lesbianas o bien grupos de socialización lésbicos). Al ser preguntadas por aquello que les atrae, gusta o aporta su pareja explican que son muy diferentes pero que existe una cierta complementariedad entre ellas. En relación a la identificación o no de la identidad lésbica, no todas a pesar de mantener una relación con otra mujer durante años se reconocen como lesbianas. Algunas explican que se han enamorado de la persona, que coincide que es una mujer. En la mayoría de estos casos, es la primera y única vez, hasta el momento, que mantienen una relación sexual y de pareja con una mujer. Las mujeres más implicadas en organizaciones ya sean feministas o del entorno homosexual se definen claramente como lesbianas y tienen un discurso más politizado, tanto en relación a la identidad sexual como a la maternidad. Durante las entrevistas, algunas de las informantes explican cómo fue el proceso de decidir tener hijxs y en qué momento de la relación de la pareja fue tomada esa decisión. Para todas ellas, la maternidad ha sido un proceso muy meditado. Por ejemplo, Dèlia[2] está casada y es madre de una familia numerosa. El acceso a la maternidad fue a partir de la adopción internacional, tras el fracaso con las técnicas reproductivas a las que se sometió su mujer. Ella nos explica en qué momento de su relación se plantean tener hijxs: “Llevábamos diez años juntas cuando decidimos tener hijos”[3]
En el caso de acceso a la maternidad a partir de técnicas de reproducción asistida, habitualmente se utiliza la edad como elemento determinante para decidir cuál de las dos mujeres se quedará embarazada; si se decide tener más de un hijo, se realiza un embarazo cada una. Una de las cuestiones a valorar es qué modelo de madre está siguiendo esta maternidad: ¿reproduce al modelo heteropatriarcal siguiendo un modelo de madre en exclusiva o es más un modelo de maternidad compartida en el reparto de las tareas de cuidado? Según Weeks (2000: 220) las relaciones no-heterosexuales se caracterizan por ser notablemente no-jerárquicas, en el sentido de que no existe percepción de orden de significación que siga líneas de edad, precedencia, o división de rol. De hecho, muchas de las relaciones tienden a producirse dentro de grupos socialmente homogéneos. En el momento de la maternidad lésbica surge otra cuestión que es la visibilidad “obligatoria” a partir de la maternidad. Es decir, el hecho de tener hijxs “obliga” a las madres a “salir del armario” ya que es el momento por ejemplo de acceder a una guardería y presentarse como familia, evidenciando así y haciendo visible su modelo familiar. El reconocimiento legal facilita esta salida del armario pero muchas familias ya lo eran antes de la ley y optaron por visibilizarse, intentando mostrar una imagen de familias como las demás, parafraseando a Cadoret. Hay que recordar que la ley que permite casarse a las personas del mismo sexo en España es tan sólo del año 2005 y que estuvo recurrida durante unos 7 años en el Tribunal Constitucional por parte del Partido Popular, partido que actualmente gobierna. Hasta el año 2012 no fue ratificada por el Tribunal Constitucional. Las informantes expresan de manera diferente cuáles fueron los motivos para casarse, pero básicamente todas ellas se refieren a:
- Reconocimiento familiar y social, como una actividad de visibilidad delante de la familia y la sociedad, una celebración, una fiesta, un ritual.
- Garantizar derechos a pareja e hijxs, con el deseo de acceder a los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales (en caso de separación, viudedad, orfandad, etc.).
- Reivindicación-visibilidad, como parte de un activismo activo
Carla es madre de dos hijos, una niña biológica y un niño adoptado (de adopción nacional). Ella forma una familia monoparental, como deseo y proyecto propio e individual. Actualmente no tiene pareja pero recibe el apoyo de su familia: “Siempre he tenido el apoyo de mi familia extensa. Siempre he hablado de familia extensa y familia elegida. Familia biológica y familia elegida, que acaba siendo una familia social y en red.”[4] La familia lesboparental está introduciendo elementos de cambio y transformación en relación al concepto de familia y su terminología. Así por ejemplo, existen diversas maneras de llamar a las dos madres: la mama y la mami, las mamas, la mama y la “mare” (palabra que en catalán quiere decir madre). En palabras de las informantes:
- “A mí, mis hijos, me llaman mama y a la Maite, “mare” (Maria).
- “Las niñas a mí me llaman mami, a Miranda le hacía más ilusión que la llamasen mama.” (Susan)
El sexo sin reproducción y la reproducción sin sexo
La necesidad de una sexualidad más allá de la reproducción, la reivindicación de una sexualidad ligada al placer, un placer hasta hace poco ligado a la supremacía masculina, y el derecho a amar fuera del marco heterosexista son algunas premisas del cambio de paradigma en la sexualidad. En las últimas décadas, la reproducción y la sexualidad se encuentran en un proceso de separación a partir también de una nueva concepción del espacio de la mujer: su ingreso a todos los niveles de educación formal, a la actividad laboral y política y el uso de métodos anticonceptivos y nuevas tecnologías reproductivas, que permiten una maternidad elegida. Habitualmente se ha entendido que las parejas de mujeres lesbianas, por la carencia de parte del material genético, eran parejas no procreativas. Aunque socialmente siempre se ha entendido que “la vocación natural” de la mujer es engendrar un nuevo ser, es ser una procreadora en potencia y de facto, tal y como De Beauvoir (2005:264) nos presenta:
En virtud de la maternidad es como la mujer cumple íntegramente su destino fisiológico; ésa es su vocación ‘natural’, puesto que todo su organismo está orientado hacia la perpetuación de la especie. Pero ya se ha dicho que la sociedad humana no está jamás abandonada a la Naturaleza. Y, en particular, desde hace aproximadamente un siglo, la función reproductora ya no está determinada por el solo azar biológico, sino que está controlada por la voluntad.
Las técnicas de reproducción asistida han posibilitado el surgimiento de nuevas formas familiares, más allá de los límites biológicos, como la infertilidad, y los impuestos por la cultura, esa esterilidad social de las mujeres lesbianas. Así se ha producido la contradicción, según el modelo heterosexista, de la reproducción sin sexo, en el que la medicina ejerce de elemento de substitución de una parte de la naturaleza. La relación sexual procreadora es sustituida por la acción médica. Si bien las parejas de mujeres lesbianas acuden a técnicas de reproducción asistida, no lo hacen por una disfunción reproductiva evidentemente, sino porque han decidido tener un hijo/a. En su mayor parte se recurre a una inseminación artificial de donante anónimo (IAD), ya que los donantes no tienen ni derechos ni obligaciones respecto a lxs nacidxs con su material genético. Así se están introduciendo nuevos cambios a la hora de la concepción de los sujetos produciéndose una diferencia con las parejas heterosexuales que es la elección, la filiación es producto de un proyecto, de una planificación, del deseo de ser madres(s). Si decidieran recurrir a una inseminación artificial de donante conocido, un buen amigo, sano e inteligente por ejemplo, aunque hicieran un documento legal de renuncia a la paternidad, en el caso que el donante reclamase sus derechos paternales la ley española se los reconocería con lo que eso implicaría tanto para las madres como para la criatura; ya que un contrato de este tipo entre dos partes no está regulado legalmente. Ese sería un tema pendiente en el que la sociedad puede estar regulando esa cuestión pero la legislación todavía no. La teoría de la construcción social ha permitido un desafío a los modelos antropológicos tradicionales y ha sido responsable de la reciente aparición de trabajos innovadores sobre sexualidad, tanto en antropología como en otras disciplinas. Tal y como señala José Antonio Nieto (2003:13) “… reconocer que la expresión sexual está impregnada de sociedad y cultura, es admitir paralelamente que la sexualidad no puede reducirse a la biología.”
Cuando las mujeres lesbianas deciden tener hijos/as están construyendo nuevos parámetros en las relaciones sociales y familiares, produciéndose una clara disociación entre sexo y procreación. La maternidad lésbica, como comenta Silvia Donoso, “es una contradicción en términos físicos y sociales”. Las madres lesbianas deben asumir la contradicción de un discurso heterosexual y lesbofóbico que, por un lado, une la sexualidad femenina a la obligatoriedad reproductiva y, por otro, niega esta capacidad a las mujeres que no cumplen con la normativa heterosexual. ¿Existen diferencias entre la madre biológica y la que no lo es? Está en entredicho el estatus maternal de la madre no biológica frente a la que sí lo es; como si el vínculo biológico definiera exclusivamente el rol maternal, como si no se pudiera ser madre más allá del vínculo biológico. Lamentablemente, en la actualidad no existen todavía muchos modelos visibles de maternidad lésbica que ayuden a romper con todos esos estereotipos. Aunque sí que hay ejemplos claros de discriminación por orientación sexual como fue el caso Atala en Chile. Las palabras de la jueza chilena Karen Atala en la declaración pública ante el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos definen muy bien el sentimiento de una madre: “fui y soy madre”, en un pasado y en este presente, a pesar de no haber podido estar durante mucho tiempo con sus propias hijas, evidentemente no por propia voluntad. “Fui y soy madre por opción, sin embargo se me negó el derecho a criar a mis propias hijas por un prejuicio y la existencia de un estereotipo negativo sobre las personas de orientaciones sexuales diversas”. Con el caso Atala se evidencia como la legislación puede ser discriminatoria ante personas de orientaciones sexuales no heternormativas. Poniendo sobre la mesa, y en el debate público, que todavía queda mucho trabajo por hacer, tanto a nivel legislativo, como de sensibilización social. La familia no es un grupo natural sino una institución socio-cultural que varía en espacio y tiempo. Así, es necesario redefinir el concepto de familia y aún más cuando hablamos de familias lesboparentales, enfatizando el contraste con el modelo nuclear y heteronormativo. Familias formadas por mujeres lesbianas hace mucho tiempo que existen, eso de los modelos emergentes de familias quedaría como un término un poco obsoleto si revisamos la historia con otra mirada o bien revisamos patrones de otras culturas (por ejemplo las africanas). La novedad, con el reconocimiento legal, es la presentación social como proyecto familiar y la reivindicación de derechos para sus hijxs. Los cambios sociales y legales lo que han permitido es visibilizar a las familias lesboparentales y presentarlas como un modelo más de diversidad familiar. La ciencia y el desarrollo tecnológico han permitido unas maternidades que hace años eran impensables:
- Una maternidad en la que una mujer gesta un embrión fecundado por los óvulos de su pareja mujer, donde la criatura concebida es hija biológica de una y gestada por la otra y legamente de las dos. Todo ello gracias a una técnica de reproducción asistida llamada método ROPA (recepción de óvulos de la pareja), que también utilizan las parejas de mujeres lesbianas.
- Una maternidad tardana más allá de los 40 años, en la que si los óvulos de la mujer que gestará ya se han hecho viejos se puede recurrir a la ovodonación.
- Una maternidad en un cuerpo de hombre, donde ese hombre es un hombre que ha transitado de mujer a hombre y que genéticamente está preparado para poder ejercer la maternidad.
Y tantas otras maternidades que evidencian que madre no hay sólo una y que no hay un solo modelo de ser madre. Las maternidades son plurales, como la vida misma.
Bibliografía
Atala Riffo, K. (2012). “Declaración Pública de Karen Atala sobre el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. Recuperado de: http://www.iguales.cl/declaracion-publica-de-karen-atala-sobre-el-fallo-de-la-corte-interamericana-de-derechos-humanos/
Cadoret, A. (2003). Padres como los demás. Homosexualidad y parentesco. Barcelona: Gedisa.
De Beauvoir, S. (2005). El segundo sexo. Valencia: Cátedra.
Donoso, S. (2002) La familia lésbica. En Herdt y Koff. (Eds.) Gestión familiar de la homosexualidad (pp. 171-214). Barcelona: Bellatera.
Espinosa, S. (2007). Madres lesbianas. Una mirada a las maternidades y familias lésbicas en México. Madrid: Egales.
Imaz, E. (2003). Estrategias familiares y elección reproductiva: notas acerca de la maternidad lesbiana. En: ANKULEGI Revista de Antropología Social (pp. 69-77).
Nieto Piñeroba, J. A. (Ed.) (2003). Antropología de la sexualidad y la diversidad cultural. Madrid: Talasa Editores.
Pichardo Galán, J. I. (2009). Entender la diversidad familiar. Barcelona: Bellaterra.
Roigé, X. (Ed.) (2006). Familias de ayer, familias de hoy. Barcelona: Icaria; Institut Català d’Antropologia.
Weston, K. (2003). Las familias que elegimos: lesbianas, gays y parentesco. Barcelona: Bellaterra.
Weeks, J. (2000). Sexualidad. México: Paidós.
[1] Cita original en català, la traducción es: Al azar agradezco tres dones: haber nacido mujer /de clase baja y nación oprimida/Y el turbio azul de ser tres veces rebelde. Del libro de poemas “Cau de llunes” (1976)
[2]Los nombres de las informantes son ficticios para preservar la confidencialidad y protección de datos de las mujeres participantes en la investigación.
[3] Cita original en catalán
[4] Cita original en catalán.
*Texto tomado del Archivo Documental “Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia”. Mallarino, C. (2011 – 2016). Tesis doctoral. DIE / UPN-Univalle.