Prácticas corporales, ciudad y cuerpo. Entre planos, recorridos y estéticas corporales.
1. La ciudad de La Plata desde el plano*
Creada en 1882 con una traza urbana muy particular, la ciudad de La Plata adquirió elementos que indujeron modos de transitarla que hasta hoy perduran. Su fundador Dardo Rocha tuvo como intención convertirla en una ciudad símbolo de la Argentina moderna[1] para lo que hizo utilizar referencias renacentistas y barrocas. Estas características cristalizadas en la planificación que dio su origen aún subsisten en la actualidad; evidenciándose la racionalidad del renacimiento en su organización espacial, y la influencia barroca en el diseño de los espacios públicos. Al mismo tiempo, la multiplicación de los espacios verdes y el ancho de las avenidas respondían a principios higienistas que se asociaron al concepto de ciudad industrial del siglo XIX, la que, como tal, La Plata obtuvo un esquema circulatorio planificado en donde su disposición de vías garantizaba un acceso fácil de los productos agrícolas de la periferia hacia los barrios y el centro. Este esquema tuvo como principales niveles de circulación a su eje monumental, sus avenidas, diagonales y calles. La concentración de los principales edificios públicos[2] sobre el eje monumental lo convirtió en el elemento más importante de la composición de la traza urbana de la ciudad. Al mismo tiempo la agrupación de los principales centros de poder y su ubicación en el centro de la población a igual distancia de todos los ciudadanos pretendía garantizar una amplia accesibilidad a los distintos entes administrativos. Este eje que unía la ciudad de un extremo a otro terminando en el puerto y conectándola con el mundo denota además la visión de progreso propio de la época. Por otra parte, las once avenidas de treinta metros de ancho fueron pensadas para asegurar la distribución de los flujos circulatorios entre las distintas partes de la ciudad. Cuatro diagonales principales y anchas[3] facilitarían el acceso al centro y a los edificios públicos, mientras que otras cuatro más pequeñas[4] tendrían una función subsidiaria. Las calles respondían a la tradicional cuadrícula argentina, nombrándose a diferencia de otras ciudades por un sistema numeral que reflejó el racionalismo del siglo XIX.
La racionalidad puesta al servicio de la planificación urbana, sin perder de vista los aspectos estéticos de la época fueron elementos centrales al momento de la constitución del plano de la ciudad. Todo pareciera haberse hecho para que tal como un reloj los flujos circulatorios funcionen sin interferencias, y aseguren al mismo tiempo el acceso para todos los habitantes a supuestos puntos neurálgicos de la ciudad. Así, desde la planificación se intentó prever, facilitar y promover ciertos recorridos de los ciudadanos en donde predominaron circuitos administrativos, industriales y comerciales.
2. Prácticas corporales en la ciudad
En la actualidad, la ciudad de La Plata se torna un escenario de múltiples prácticas corporales que la transitan y transforman de diferentes modos, siendo los datos empíricos relevados[5] los principales testigos de ello. Según sus características esenciales y sus maneras de habitarla y moldearla se propondrá un agrupamiento en cinco categorías de dicha información: prácticas institucionalizadas, independientes, auto-convocadas masivas, de fin de semana e inestables.
a. Prácticas institucionalizadas
Las prácticas corporales que se desarrollan en el marco de instituciones se encuentran atravesadas por ellas. Considerándolas como "cuerpos normativos jurídico – culturales compuestos de ideas, valores, creencias, leyes, que determinan las formas de intercambio social”[6], resulta evidente que sus ideologías, normas, valores y tradiciones que las sostienen y aseguran su permanencia moldeen las prácticas que allí se realizan. En este sentido, la organización de dichas instituciones, materializada en el espacio físico pero con un trasfondo que incluye relaciones entre quienes la integran; también trasciende a las prácticas en cuestión.
De este modo, aquellas prácticas que se desarrollan en espacios como clubes, gimnasios, piletas adquieren características en común como los horarios y días fijos, el profesor a cargo, el grupo, entre otras. En este sentido, aunque cada espacio tiene sus propias características, y dentro de ellos a su vez cada actividad o disciplina posee una dinámica diferente; estos parámetros se mantienen. Así, la existencia de relaciones entre individuos produce un sistema dotado de cualidades desconocidas a nivel individual que le otorga solidez a estas uniones y una cierta posibilidad de duración.[7] Al mismo tiempo estas instituciones crean un sentido de pertenencia que llevan a la identificación con el lugar, hecho que se evidencia en torneos en los que se representa al club en el caso de las actividades competitivas; o bien en el uso de remeras o accesorios con el logo del gimnasio o la piscina. El barrio también constituye un elemento que refuerza esta idea de identificación con el lugar, sobre todo si se trata de clubes de barrio, centros de fomento o bien gimnasios de barrio en donde la práctica se realiza entre amigos y conocidos.
b. Prácticas independientes
Las prácticas corporales muchas veces se “independizan” de la institución o lugar en el que se llevan a cabo. Si bien se desarrollan en un espacio y tiempo determinado, con una frecuencia y sistematización; hay algunas para las que el lugar específico es circunstancial: puede variar según el aumento del alquiler, discrepancias del responsable de la clase con las autoridades, diferencias horarias. Aquí, se destaca un modelo de autogestión del trabajo, en donde los sujetos asumen un papel activo resignificando las prácticas sociales que se relacionan con la organización laboral. Así, a través de la reapropiación de la fuerza productiva general se promueve además el desarrollo del individuo como sujeto social.[8]
En este caso, la identificación predominante pasaría directamente por el profesor que lleva adelante la propuesta de enseñanza, al que los alumnos los siguen independientemente del lugar adonde se vaya y el que encarna la autoría del modelo autogestivo. En este sentido un claro ejemplo es el Patín Artístico, deporte en el cual funcionan masivamente “Escuelas de Patín” que se mueven de un lado a otro.
c. Prácticas auto-convocadas masivas
Existen prácticas corporales que si bien son individuales convocan al encuentro para un hacer en conjunto. El disfrute parecería estar en el realizar la práctica corporal favorita con aquellos que disfrutan de ella, así como también en el encuentro con los otros como un espacio de intercambio de saberes, experiencias, relatos. Se tratan de convocatorias multitudinarias auto-convocadas en donde las computadoras interconectadas mediante redes digitales de alcance global se convierten en los principales medios de comunicación. Canales de conversación o chats, diarios íntimos publicados en la web: fotologs, webblogs y videologs[9], sitios en donde se pueden intercambiar y exhibir videos caseros, o bien redes sociales como My Space, Orkuy y Facebook resultan ser los mayores canales de difusión. Así, la tecnología al servicio de la comunicación propone nuevas formas de socialidad que atraviesan y transforman a las prácticas corporales. En el caso de estas prácticas, su difusión y convocatoria se ven claramente favorecidas con la posibilidad de subir videos y fotos en la web, apareciendo las herramientas audiovisuales como facilitadoras de la transmisión de este mensaje.
La Plata Rollea es uno de los ejemplos de estas prácticas masivas y auto-convocadas, con cuatro años de antigüedad en la ciudad constituyen un grupo que realizan recorridos urbanos en rollers porque sostienen que las calles son el medio ideal para desplazarse dado que las plazas presentan para ellos muchos desniveles dificultan la marcha[10]. El gran número de integrantes que lo conforman se dividen en subgrupos realizando recorridos los distintos días de la semana según los niveles y posibilidades[11]. A partir de su sitio en facebook y en twitter anuncian sus salidas, y eventos convocando a sus seguidores
d. Prácticas de fin de semana
Durante los fines de semana muchos optan por realizar actividades que le escapen a la rutina. Futbol con amigos, mates con la familia en la plaza, ir al cine, al teatro o ver una banda. Las plazas de la ciudad de La Plata se convierten en un foco de concurrencia en estos períodos, y allí además de tomar mates o presenciar espectáculos callejeros; se dan lugar diversas prácticas corporales. Fútbol, padel, patín son algunas de ellas, las que muchas veces en estos recintos abiertos, se encuentran condicionadas por el lugar de realización. El espacio moldea de alguna manera las prácticas; pero al mismo tiempo estas se encuentran atravesadas fuertemente por los intereses de sus practicantes que, fuera de la institución la adoptan y resignifican libremente. Un claro ejemplo lo reflejan aquellos que patinan en la plaza, o en el domo de la Ciudad de los Niños; su hacer se encuentra plagado de elementos técnicos específicos del patín artístico en donde la ejecución perfecta parecería quedar de lado convirtiéndose en otro el móvil de la práctica. Aquí puede pensarse en las pautas de construcción social de interacción que destaca Galindo Cáseres como propias de los deportes y de la Educación Física. Esta perspectiva científica de la comunicación resalta dentro del deporte a las pautas de interacción, como aquellas que construyen en forma directa la vida social por medio de la enfatización del encuentro y el movimiento. El intercambio entre pares, grupos y colectividades; transforma cualquier espacio social en un espacio de convivencia, de relación social interactiva y creativa[12].
Así, además de la identificación con la actividad en sí misma, el intercambio y la construcción de vínculos se convierten en elementos centrales de este tipo de prácticas corporales destacándose por sobre la competencia o el éxito individual características propias de los deportes.
e. Prácticas inestables
La lógica del mercado y los medios masivos de comunicación atraviesan de una u otra manera a las prácticas corporales. Sin embargo muchas de ellas son condicionadas más directamente, viéndose reguladas su aparición, expansión y desaparición. La irrupción de diferentes gimnasias y de diversas actividades acuáticas es un claro ejemplo de ello. El mercado ofrece una multiplicidad de opciones y nombres que pretenden complacer a personas de todas las edades y niveles, constituyéndose así las mayorías de sus clases con sujetos muy diversos. Al mismo tiempo, los medios masivos de comunicación instalan y difunden prácticas de manera implícita que repercute en el público, aumentando el número de practicantes. Un claro ejemplo fue el “Patinando por un sueño” programa televisivo que promulgó la práctica del patín artístico, tanto sobre hielo como sobre ruedas. En esta línea de reflexión, el concepto de cultura mediática propuesto por Huergo sustenta este argumento. Entendiéndola como la capacidad modeladora del conjunto de prácticas, saberes y representaciones sociales que tienen en la actualidad los medios masivos y las nuevas tecnologías, sostiene que opera desde la cotidianidad extendiéndose a todas las formas de la vida social.[13]
3. Recorridos de las prácticas en la ciudad. ¿Cauces complementarios a lo planificado?
Los recorridos que generan las prácticas corporales en la ciudad pueden limitarse a la ubicación de los recintos en donde se desarrollan y los lugares desde donde los practicantes asisten. Gimnasios próximos a oficinas que ofrecen un entrenamiento eficaz en 49´ reflejan uno de los tantos recorridos actuales que conectan a las prácticas corporales con la cotidianeidad de quienes las realizan. Escuela, casa y club; o bien trabajo y natatorio; podrían ser otras de las combinaciones posibles; sin embargo tanto la ciudad como las prácticas mismas posibilitan redes y circuitos más ricos.
La ciudad se posiciona como un espacio propicio para la existencia y promoción de redes de relaciones en donde la identificación emocional y colectiva con el territorio constituye uno de los elementos fundantes de las mismas (Maffesoli, 2004). Estas redes de relaciones pueden materializarse en circuitos, recorridos, formas de transitar y hacer la ciudad. Aquí entran en juego las prácticas corporales como proveedoras de múltiples redes de relaciones específicas que recorren y la transforman. Se generan así conexiones entre distintas zonas que irrumpen con la aparente quietud del plano y establecen diferentes puntos de conexión e intercambio.
Dentro de lo que hemos denominado prácticas institucionalizadas en la ciudad de La Plata podemos encontrar como ejemplo a entidades como la Cámara de Gimnasios, quien relaciona a gran parte de los gimnasios y natatorios de la ciudad[14]. Al mismo tiempo las Ligas deportivas divididas por especialidad, pertenecientes a una federación o bien de carácter amateur conectan a clubes y centros de fomentos de la ciudad con intereses similares, encontrándose aquí prácticas institucionalizadas e independientes[15]. Las prácticas de fin de semana desarrolladas en las plazas y parques de la ciudad comparten el espacio, en ciertas ocasiones, con eventos municipales que se desarrollan de manera sistemática en dichos escenarios. Así, por ejemplo el programa “La Plata Ciudad Saludable” conecta por medio de prácticas corporales un gran número de recintos abiertos del casco urbano[16]. Por otra parte, el ejemplo clave de práctica auto-convocada, representado por el grupo La Plata Rollea, propone recorrer, transitar la ciudad. Realizan recorridos cortos y largos, conectando el Teatro Argentino con el Bosque y el Hipódromo. Su tránsito por diagonales, calles y avenidas denota un modo de relación con la ciudad, un modo que invita a recorrerla, transitarla, a vivirla.
Así las redes de relaciones proponen circuitos específicos para cada práctica que están en constante movimiento, pudiéndose pensarse como complementarios o bien alternativos a los circuitos administrativos, industriales y comerciales planificados. Cada uno de los recorridos como las prácticas corporales encierra capitales culturales y simbólicos que se materializan en el escenario de la ciudad, transformándola.
4. Los cuerpos en las prácticas corporales.
Entendiendo al cuerpo como una realidad construida que desdibuja sus contornos individuales y aparece como un cuerpo literalmente social[17], es que las prácticas corporales en tanto prácticas sociales y espacios de significación adquieren relevancia.
En el contexto analizado, se encuentran prácticas institucionales, independientes o bien inestables, que sitúan al cuerpo como el móvil de su hacer, como objetivo a cumplir estandarizando un modelo de cuerpo ideal a alcanzar. La dosificación del entrenamiento, la periodicidad de encuentros, y en algunos casos hasta la alimentación -en donde se incluyen complejos vitamínicos, ganadores de masa, entre otros-; son pensadas y organizadas en pos de la meta final: el cuerpo perfecto[18]. Al mismo tiempo, otras prácticas ubican al cuerpo como un vehículo para su ejecución, en este sentido las danzas y los deportes resultan ser los casos más recurrentes. Los elementos técnicos a alcanzar, la eficacia y eficiencia de los movimientos sitúan al cuerpo en un lugar meramente instrumental y de sumisión. En este sentido diferentes autores analizan el lugar de cuerpo en el deporte, uno de ellos es Furlán[19] que establece en concepto de “ergonomización de lo corporal”. Para dicho autor los deportes en la medida que se han transformado en un trabajo “laboralizan” el problema de lo corporal e instalan una racionalización instrumental del cuerpo. Simultáneamente, resalta la importancia que le ha otorgado el deporte al problema de la eficacia del movimiento hecho que reduce al cuerpo a un campo de explotación. Por otra parte, las prácticas de fin de semana y las auto-convocadas, parecen presentar otra relación con el cuerpo. Encontrándose en el centro del disfrute tanto individual como colectivo, el cuerpo parecería ser el protagonista, así como también un vehículo del aprendizaje e intercambio. Las sensaciones placenteras registradas en los cuerpos resultan el móvil principal de la realización de estas prácticas, pero a diferencia de otras, también influyen en los rumbos futuros que estas toman. El cuerpo se posiciona como uno de los protagonistas a la hora de la toma de decisiones sobre el cómo y hacia donde continuar, dado que en estas prácticas quienes la realizan pueden desarrollar un mayor poder de decisión y de creatividad que en otras. También se vuelve el centro de intercambio de saberes, pasando muchas veces ese disfrute colectivo en la posibilidad de enseñar y aprender con un par, generalmente alguien con quien se comparte algún tipo de lazo afectivo.
Las diferentes prácticas y el lugar que le otorgan al cuerpo, generan estéticas corporales características. Camisetas de clubes, equipos deportivos de moda, merchandising del gimnasio, remeras con el logo del natatorio, mallas con últimos diseños, son algunos de los ejemplos que sitúan a la idea del vestir como una práctica corporal contextuada que genera una estética corporal específica. En este sentido, Entwistle define al vestir como parte del orden microsocial de la mayoría de los espacios sociales los que, poseen normas implícitas que condicionan de un modo u otro las elecciones del vestir. Para la autora, además, las ocupaciones y profesiones influyen en estas decisiones cotidianas, ya sea por prescripción directa o bien respondiendo a normas implícitas de dichos espacios. Siguiendo esta línea cada práctica corporal induce un modo de vestir, ya sea por comodidad, por identificación o bien por tradición de la actividad misma. Los pollerines y medias de patín artístico, los equipos de fútbol, zapatillas de básquet, zapatos de ballet, de salsa o de tango, chalecos flúores para patinar en la calle, accesorios como cascos, canilleras, rodilleras; cortes de pelo imitando a ídolos, resultan algunos de los ejemplos que dotan de especificidad a la estética corporal de cada práctica. El vestir se convierte así en un modo de identificación, que junto con la práctica misma crean y recrean identidad. El resaltar las diferencias de estilo, de vida, de gusto y al mismo tiempo atraer a quienes se asemejan a ellos fortalece a la identidad personal y grupal.
5. Prácticas, cuerpos, ciudad. Posibles conclusiones, nuevos rumbos de exploración.
Vimos como, las prácticas corporales en tanto prácticas sociales operacionalizan las subjetividades y por ello resultan un vehículo para el análisis de los procesos del cuerpo. Cuerpos, ciudad, y prácticas corporales parecerían conformar una triada en constante movimiento. La ciudad se presenta como un escenario, escenario que, en tanto construcción social se encuentra sujeto a constantes luchas de poder. Esta concepción invita a romper la quietud del plano y a ir más allá de los recorridos propuestos en su planificación urbana, comprendiendo que en su hacer los sujetos transforman la ciudad. Así, múltiples redes relacionales producto de diversas prácticas corporales trazan circuitos a lo largo y a lo ancho del casco urbano, circuitos que, lejos quedan de aquel pensamiento racional que intentó promover Dardo Rocha. Calles, avenidas y diagonales invadidas por rollers, parques y plazas convertidas en canchas de fútbol, pistas de skate o de patín, clubes del casco urbano que se relacionan con otros por fuera de él y recorren largas distancias para el encuentro; dan cuenta de la apropiación de los sujetos de la ciudad. Las estéticas corporales también forman parte de estos recorridos urbanos y con ello de la transformación de la ciudad. Niños con equipos de fútbol los sábados por la tarde después del partido de fútbol infantil, mujeres con ropa deportiva específica de un gimnasio días de semana, adolescentes con vestuario y maquillaje de danza un viernes a la noche tras una presentación, abuelos con pantalones de jogging y zapatillas para jugar a las bochas los domingos por la tarde; son algunos de los ejemplos que dan cuenta de las estéticas corporales que nos podemos cruzar a lo largo de la ciudad.
De aquí puede pensarse sobre los recorridos que trazan las prácticas corporales a partir de redes de relaciones, ¿Qué factores determinan su trazo? ¿Se tratan de deseos, emociones, intereses en común? En este sentido, tanto el trayecto a donde se realiza la práctica o bien los eventos que esta propone en otros espacios ¿es considerado de igual manera que el recorrido de otras prácticas sociales como el trabajo o el estudio? ¿Puede pensarse que la eficacia, en tanto cercanía y tiempo de traslado, queda relegada al disfrute que las prácticas corporales generan? ¿Cómo se anclan los cuerpos en estos recorridos? ¿Simplemente reproducen estéticas instaladas o bien las transforman?
Reconocer que las prácticas corporales se encuentran guiadas por esquemas de percepción, pensamiento y acción, nos posibilita pensar en los espacios de rupturas y cambios en las mismas, ampliando las posibilidades de reflexión.
Bibliografía:
Cachorro, Gabriel. (2009): “Prácticas corporales. Traducción de sentidos en la ciudad”. En Revista Pensar las prácticas. Vol. 12, n° 2, Brasil, pp s/n. http://www.revistas.ufg.br/index.php/fef/rt/captureCite/6326/4966
Crisorio, R. (1998) “Constructivismo, cuerpo y lenguaje”. En Revista Educación Física y Ciencias. Año 4. Pp 75-81. FHCE. UNLP. La Plata. Bs. As. Argentina
Entwislte, Joanne (2002) El cuerpo y la moda una visión sociológica. Ed. Paidós. Barcelona, España.
Furlán (1995) “¿Un cuerpo políglota?” Conferencia en el 2° “Congreso Argentino de Educación Física y Ciencia”, UNLP, La Plata. Bs. As. Argentina
Galindo Cáseres, Jesús (2009) “Comunicología e ingeniería comunicológica del cuerpo y del deporte. Configurando una nueva intersubjetividad de la vida social”. En Revista Educación Física y Ciencias. Año 11. Pp 105-118. FHCE. UNLP. La Plata. Bs. As. Argentina
Garnier, Alain (1994) El cuadrado roto. Sueños y realidades de La Plata. Ed. Municipalidad de La Plata. Bs As.
Huergo, Jorge A (2001) “Desbordes y conflictos entre la cultura escolar y la cultura mediática” Revista Nómadas. Núm 15. Pp 88-100. Universidad Central. Bogotá, Colombia.
Maffesoli, Michel (2004) El tiempo de las tribus. El ocaso del individualismo en las sociedades posmodernas. Ed. Siglo XXI. Bs As. Argentina
Schvarstein, Leonardo “La psicología social de las organizaciones” http://www.ufba.br/~conpsi/conpsi1999/F003.html
Sibilia, Paula (2008) La intimidad como espectáculo. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica.
Sitios Webs:
http://es.scribd.com/doc/12746207/Autogestion
http://www.eldia.com.ar/edis/20110227/20110227221723.htm
http://www.facebook.com/laplatarollea/info
[1] Rocha había estudiado muchas ciudades modernas del siglo XIX correspondientes a distintos países europeos, en ella se inspiró para establecer esas condiciones.
[2] La Legislatura provincial, la Casa de Gobierno, el Teatro Argentino, la Municipalidad, la Catedral, la Jefatura de Policía
[3] Diagonales 73, 74, 79 y 80.
[4] Diagonales 75, 76, 77 y 78.
[5] En el marco del proyecto de investigación “Las prácticas corporales en la ciudad de La Plata”
[6]Schvarstein, L. Bibliografía citada.
[7] Así entiende a la organización Morin, citado por Schvarstein.
[8] Bibliografía cit http://es.scribd.com/doc/12746207/Autogestion
[9] Sibilia los denomina diario éxtimo: haciendo un juego de palabras que busca dar cuenta de las paradojas de esta novedad, que consiste en exponer la propia intimidad en las vitrinas globales de la red.
[10] http://www.eldia.com.ar/edis/20110227/20110227221723.htm
[11] “… Los niveles de dificultad de nuestras salidas son (de menor a mayor): clases para principiantes (domingos a las 17 hs en 120 y 50), salidas recreacionales o fitness por la ciudad (martes y jueves a las 20 hs desde el teatro Argentino), recorrido nocturno los viernes a las 21 hs (desde el teatro Argentino), salida a City Bell (domingos a las 17 hs desde el teatro Argentino) y finalmente las salidas de velocidad o rápidas (lunes y miércoles a las 21.30 hs desde el teatro Argentino)…”. http://www.facebook.com/laplatarollea/info
[12] Galindo Cáseres, J. Bibliografía citada.
[13] Esta cultura refleja además el proceso de transformación en la producción de significados por la existencia de esas tecnologías y medios.
[14] La Cámara Platense de Gimnasios y Afines creada en el año 2008, involucra a gimnasios de la ciudad de La Plata, que estén circunscriptos en la ordenanza municipal nº 7763, así como también gimnasios de las localidades de Berisso y Ensenada. Esta institución tiene como objetivo generar normas y prácticas viables que permitan jerarquizar la actividad como jornadas de capacitación, congresos, exposiciones y conferencias; investigaciones de mercado, de nuevas tendencias; campañas de promoción y el establecimiento de vínculos con empresas e instituciones que posibiliten este desarrollo.
[15] Un ejemplo de ello lo refleja el Patín Artístico sobre ruedas, que tiene como circuitos de competencia vigentes en la ciudad torneos amistosos, ligas asociadas a la CAP (Confederación Argentina de Patín), ligas independientes y asociaciones pertenecientes a la CAP. En ellas participan Escuelas de Patín, clubes y centros de fomento. Si bien existen diferencias en el interior de cada una de estas redes, tienen una lógica de funcionamiento similar: frecuencia de torneos a lo largo del año, reglamento, costos.
[16] Promulgado desde la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata involucra actividades como teatro, música, actividad física; que se realizan en distintos espacios públicos de la ciudad, como Plaza Moreno, el Parque San Martín, Parque Alberti, La República de los Niños entre otros.
[17] Para Crisorio cada cuerpo singular se torna un ejemplo particularmente construido de significados.
[18] El cuerpo perfecto aparece como un modelo instalado y reproducido tanto por el mercado como por los medios de comunicación masivos. Se trata en líneas generales de un cuerpo musculoso, delgado que responde a los estándares de belleza socialmente aceptados.
[19] Furlán (1995) “¿Un cuerpo políglota?” Conferencia en el 2° “Congreso Argentino de Educación Física y Ciencia”, UNLP, La Plata.
*Texto tomado del Archivo Documental “Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia”. Mallarino, C. (2011 – 2016). Tesis doctoral. DIE / UPN-Univalle.
Autora: Amanda Molejón- UNLP-La Plata- amandamolejon@yahoo.com.ar