Cuerpo fragmentado: el ano
¿Por qué el ano?*
Escogí el tema del ano por ser parte de uno de los capítulos de mi trabajo para concluir la licenciatura en sociología, en el cual tuve la libertad de metaforizar y explorar mediante diálogos con algunos colaboradores características que comencé a relacionar con una construcción sociológica.
El cuerpo fragmentado
El fragmento expresa la ausencia de continuidad, tomando como una totalidad el cuerpo, y haciendo un análisis científico, es como se puede segmentar al mismo para lograr un objeto de estudio específico, en este caso el objeto a estudiar es el ano. Pero es menester hacer mención del fragmento en distintas perspectivas para ejemplificar el cuerpo fragmentado.
a) La medicina: A través de la ciencia médica, es por excelencia el primer dispositivo de control en el que se clasifican y regula el cuerpo y sus partes. Por medio de la anatomía es como se explora al cuerpo para fragmentarlo y al mismo tiempo es como se expresan las primeras técnicas de control donde el biopoder comienza a ejercer su influencia “que actúa sobre el cuerpo de los individuos a través de disciplinas, discursos y practicas concretas” (Muñiz, 2010: 39).
b) “En el caso de México, los feminicidios, la utilización de los fragmentos corporales para enviar narcomensages, la violencia callejera y la violencia estatal a través de diversos mecanismos como las cárceles, los grupos paramilitares”, (Muñiz, 2010: 44) el tráfico de órganos, a manera de exposición y/o fe, “las reliquias del beato Juan Pablo II […] en el interior de la catedral metropolitana a donde llegaron los objetos”[1].
c) En el caso de la lingüística, el objeto de estudio que se concentra en la lengua como “norma de todas las manifestaciones del lenguaje” (Saussure, 2008: 35), define un hecho social y unidad de estudio, significación, simbolismo, mensaje, y patrón de construcción de la identidad del sujeto.
d) En el aspecto sociológico, el lenguaje expresa la comprensión de códigos de identificación, en los cuales el cuerpo también se fragmenta, estos códigos, reproducen socialmente una realidad de parentesco, en donde es posible el entendimiento. En este estudio, el fragmento permite dar una importancia en la reproducción social y al mismo tiempo posibilita la exploración (aunque parezca paradójico) de una totalidad del cuerpo, más allá del discurso sexual. La fragmentación en las ciencias sociales, ha permitido que se clasifiquen las partes que componen al sujeto y a las relaciones que este mantiene, de igual forma esta especificidad al menos en el campo del cuerpo designo los valores que diferencian al hombre de la mujer, al menos en una clasificación de sexo, también ha señalado directamente en categorías a la locura, anormalidad, la homosexualidad, etc. Que “nacen dentro de un discurso médico, psiquiátrico, como una patología, y lo que es más importante, como una forma de identidad global que se impone al sujeto” (Sáez, 2004: 70).
Por otra parte, las ciencias permitieron que se gestaran tecnologías para conceptualizar tanto a personas como cosas, convirtiéndolas en objetos de estudio, estos objetos de estudio se comenzaron a identificar con las normas que exigían determinada clasificación, así surgen los conceptos que se manejan en las ciencias, este acto de repetición ha permitido que la reproducción social se acepte en ciertas categorías, entre ellas la sexualidad y el género. Ambas comparten entre sí otro fragmento del tejido social, y este es el cuerpo. El cuerpo, en un primer lugar una dualidad, se puede entender desde espíritucuerpo, mente-cuerpo, alma-cuerpo, etc. Haciendo creer que este es una primera limitante, una primera forma de control, capaz de domarse, pero con ninguna garantía, pero siempre con esa posibilidad de disciplinar al cuerpo.
Discurso- Contradiscurso
El discurso de la sexualidad, no es un secreto pues ha sido torturada hasta convertirse en un medio de control, hasta convertirlo en un producto de consumo. La sexualidad “no es algo prohibido o reprimido, sino algo de lo que se incita a hablar, un terreno hecho de discursos, de escritura, de investigación, de confesión, de testimonio, de conocimiento” (Sáez, 2004: 68). Uno de los problemas que esta revelación de la sexualidad acarrea, es la carente forma de creatividad en que se vive. La sexualidad designa las formas y modos, al igual que las identidades a las que se adscriben las diferentes preferencias que puedan tener los seres humanos. Crea patrones y modelos a seguir. Incluso Ante la aparente contradiscursividad que manifiestan algunas minorías, se sigue reproduciendo una sexualidad regulada, estas aparente contradiscursividades solo confirman al discurso, pues “el sexo debe ser dicho” (Foucault, 2011: 43)
[1] Periódico El Grafico, 6 de septiembre de 2012, pp. 2.
*Edgar León Mena Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco