Una aproximación desde la sociología del cuerpo a los movimientos sociales
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo articular dos perspectivas algo separadas en el debate sociológico actual: la sociología de los movimientos sociales y la sociología del cuerpo. En este sentido, buscamos problematizar tres cosas. Primero, por qué la relevancia de la categoría cuerpo, sobre todo, del desnudo, como forma y/o recurso en las protestas. Segundo, a partir de Foucault problematizar cómo lo social se inmiscuye en el cuerpo, en fenómenos como la sexualidad o la familia. Por último, a partir de las tensiones señaladas en el punto dos, se discute cómo esto da origen a movimientos que tienen demandas relacionadas al cuerpo, y qué teoría de los movimientos sociales es la mejor para explicarlos.
Palabras clave: movimientos sociales; sociología del cuerpo; Foucault; LGBT desnudo.
Abstract
The present article has as aim articulate two somewhat separate perspectives of the sociological current debate:The sociology of the social movements and the sociology of the body. In this respect, we look to problematized three things. First, why the relevance of the category body, especially the nude, as form and / or resource in the protests. Second, from the thought of Foucault how the social thing interferes in the body, in phenomena as personal as sexuality or family. Finally, from the tensions outlined in section two, we discuss how this gives rise to movements that have claims related to the body, and what theory of social movements is the best to explain it.
Keywords: social movements; sociology of the body; Foucault; LGBT; nudity.
Introducción
En los últimos años los movimientos sociales han experimentado grandes cambios, fenómenos como la globalización, la emergencia de nuevas estructuras sociales, la sensación del cambio constante, el uso de las redes sociales, por nombrar algunos, han producido movimientos que sobrepasan los límites “clásicos” con los que se les entendía. Los nuevos movimientos sociales rebasan categorías, estatales, ideológicas, de clase, de etnia, etc. Asimismo, los nuevos movimientos no están necesariamente institucionalizados en gremios, corporaciones o sindicatos. Es decir, no son instituciones en el plano material y organizacional, pero sí en el ámbito cultural, en tanto comparten códigos, valores y creencias comunes con las que interpretan la realidad1 (Ibarria y Benjamín, 1998). A partir de los años ochenta del siglo XX, la tendencia de los análisis a los movimientos sociales ha sido la de atribuirle un papel cada vez mayor a dimensiones simbólicas de producción de significado, a mirar conceptos como el de identidad, los imaginarios sociales, y así comprender la acción colectiva. Vale decir, el llamado giro cultural ha llevado a integrar la producción simbólica y de sentido en el análisis social. Por otra parte, se debe entender que en todo grupo humano existen creencias compartidas, sentimientos de desigualdad, frustraciones, que no necesariamente se convierten en movimientos sociales. Por ello, aquí nos preocupamos de movimientos “nuevos”, discutimos cómo se forman y con qué sentido, cómo aprecian su discriminación y /o qué rol juegan sus propios cuerpos, ya sea a través de la búsqueda de su liberación y autonomía, o de que se les reconozca y respete.
Es decir, aquí observaremos los movimientos sociales de aquellos cuerpos-excluidos, cuerpos-ausentes, cuerpos-discriminados, cuerposconstreñidos. Sobre estas ideas, el presente artículo busca vincular dos perspectivas algo separadas en el debate sociológico actual: la sociología de los movimientos sociales y la sociología del cuerpo. Para ello, presentamos apuntes que puedan servir para esta vinculación basándonos en cuatro secciones. Primero, se expone la relevancia del cuerpo y del desnudo en relación a las protestas. Segundo, se problematiza a partir de Foucault cómo el cuerpo es entendido e influenciado por la sociedad. Tercero, se analizan las teorías de movimientos sociales en relación a aquellas más fructíferas a la hora de entender los movimientos cuyas demandas tienen relación al cuerpo. Por último, se finaliza con conclusiones.
Cuerpo, desnudo y protesta
Cuerpo y corporalidad parecen no ser lo mismo. “Cuerpo” debe ser entendido como una realidad objetiva que, a la manera de un objeto, posee una estructura delimitada. En cambio la corporalidad tiene una historicidad determinada, tiene también un carácter subjetivo. Esto último permite sostener que la corporalidad obedece a una construcción social, cultural e histórica. Y aun cuando el cuerpo cambie según pasan los ciclos de la vida, y pese a que posee un carácter instrumental (“sirve” para el desplazamiento, la aprehensión, etc.), tiene una doble pertenencia: en tanto realidad objetiva, pertenece al mundo de las cosas, de los objetos, pero también pertenece a sí mismo.
Continúa...
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*Texto tomado del Archivo Documental “Cuerpos, sociedades e instituciones a partir de la última década del Siglo XX en Colombia”. Mallarino, C. (2011 – 2016). Tesis doctoral. DIE / UPN-Univalle.