La salud y su importancia en comunicación gráfica: un vistazo al cuerpo del miedo y las fobias
RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Propuesta teórico metodológica para el estudio de las variadas relaciones que el miedo tiene con el campo de la comunicación gráfica / Semillero Miedos Ocultos, adscrito al Programa de Tecnología en Comunicación Gráfica, en Uniminuto Bogotá Sur.
Un nuevo medio cambia la imagen
que tenemos de nuestro cuerpo.
Marshall McLuhan
Resumen
Actualmente existe un desafío para la salud humana en lo relativo al tratamiento de enfermedades de todo tipo. No obstante, las denominadas enfermedades no transmisibles (ENT), que representan la primera causa de muerte en el mundo, demandan una mayor atención por parte de agentes y sectores involucrados en su tratamiento. En este contexto, la universidad es llamada a potencializar la investigación y el desarrollo científico y tecnológico, respecto de un fenómeno en que también la comunicación gráfica aporta conocimientos y estrategias en pro de la salud. Habida cuenta de esta situación, el Semillero Miedos Ocultos, adscrito al Programa de Tecnología en Comunicación Gráfica, en Uniminuto Bogotá Sur, ha venido desarrollando una propuesta teórico metodológica para el estudio de las variadas relaciones que el miedo tiene con el campo de la comunicación gráfica. Hoy en día es reconocida la influencia que los medios masivos de comunicación tienen en la conducta consumista de las sociedades occidentales. Lo cual resulta más crítico si se tiene en cuenta que los grandes grupos empresariales, que fabrican todo tipo de productos potencialmente dañinos para la salud humana, son además los principales accionistas de los grandes conglomerados mediáticos. En esta medida, las posibilidades de transformación de las conductas y prácticas que atentan contra la propia salud se ven opacadas por la hegemonía de esos grandes medios. A pesar de esto, la comunicación gráfica y los diversos tipos de medios de que ella se vale, siguen representando una alternativa, en cuanto a factor de conocimiento y de transformación potencial de hábitos y conductas dañinas. Frente a esta oportunidad y a la gran incidencia que tienen las ENT en el mundo, el grupo se enfocó en el análisis, bajo una metodología mixta, de las reacciones que evidencian los cuerpos cuando son expuestos a series de imágenes relacionadas con las fobias humanas. Este esfuerzo responde así al desafío que representan las ENT en la actualidad, valiéndose para ello de técnicas e instrumentos asociados a la comunicación gráfica y la investigación social y que tuvo como primera población analizada a la comunidad estudiantil de Uniminuto Bogotá Sur. Se trata de una experiencia piloto que puede ser replicada en otros ámbitos en que se buscan estrategias alternativas para la catarsis, especialmente respecto de secuelas y traumas psicológicos causados por la violencia. Aunque esto requerirá también de un abordaje de la diversidad poblacional y del concurso de otras disciplinas científicas, bajo una perspectiva ampliada de la gestión de la salud.
Palabras clave: comunicación gráfica, salud, miedo, fobia, reacción corporal.
Introducción
Este texto es el resultado de un proceso que se ha venido realizando desde 2017 por parte de estudiantes y docentes del semillero de investigación Miedos Ocultos. Este grupo de trabajo pertenece al Programa de Tecnología en Comunicación Gráfica ofrecido por Uniminuto en el sur de Bogotá. La temática del miedo y sus diferentes relaciones con la comunicación, objeto elegido para sus indagaciones, encaminó al grupo hacia los terrenos de la salud (entendida en una perspectiva amplia) como un campo de interés para el conocimiento y la investigación aplicada. En este orden de ideas, el proyecto inicial destacó las fobias como categoría de entrada al mundo de la comunicación en salud y se concentró en la comunidad estudiantil de la Vicerrectoría Bogotá Sur como su universo poblacional.
Durante mucho tiempo se han estudiado las fobias y los miedos que influyen en el comportamiento de las personas. Es inevitable no temer a una situación que provoque la sensación de inseguridad y nerviosismo. Muchas de las personas que tienen miedo se sienten incómodas, ya que la sensación puede llegar a ser excesiva e incluso un tanto irracional ante una determinada situación u objeto que lo exacerben. Sentimiento que si se sale de control se convierte en fobia, la cual es considerada un trastorno de ansiedad.
Según la Organización Mundial de la Salud (2016) los trastornos mentales ocurren en todo el planeta, con prevalencia de la depresión y la ansiedad; trastornos que afectan a 676 millones de personas, es decir, a uno de cada 10 habitantes del planeta, y que se relacionan ahora con algunas de las denominadas enfermedades no transmisibles (ENT). Trastornos que también podrían relacionarse con diferentes poblaciones sujetas a violencia física, sexual o psicológica.
Durante la investigación se observó y registró la reacción de estudiantes de la Vicerrectoría Bogotá Sur, en el Centro de Operación San Camilo, ante una serie de imágenes que evocaban las fobias más comunes de acuerdo con la literatura revisada. Luego de esta experiencia visual vivida por los estudiantes que aceptaron su participación en la investigación, se aplicó una encuesta en línea que complementó el análisis de dicha experiencia visual. De ese modo, se buscó dar respuesta a las preguntas que orientaron el proyecto: ¿qué reacción corporal manifiestan los estudiantes de la Vicerrectoría Bogotá Sur ante la exposición de videos e imágenes relacionados con las fobias más comunes? y ¿qué tipo de imagen evoca más miedo entre los estudiantes?
A continuación son presentados las reflexiones y los resultados más importantes del proceso, comenzando por su fundamentación teórica y metodológica, siguiendo con los resultados y hallazgos más significativos y, finalmente, señalando las conclusiones y consideraciones resultantes de ese transcurso.
La salud y su importancia para la comunicación gráfica
No en vano los países que integran la OMS (2014) se propusieron nueve metas mundiales referidas a controlar o reducir el consumo de alcohol y tabaco; la ingesta de sodio o sal; la insuficiente actividad física; el aumento de la hipertensión, la diabetes y la obesidad; la mejora en la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares; y el avance en la disponibilidad y asequibilidad de elementos esenciales para el tratamiento de las enfermedades no transmisibles (ENT).
Tales metas constituyen verdaderos signos del estado actual de la salud en el planeta. Recuérdese que las ENT[1] representan la principal causa de muerte en el planeta, con 70% de incidencia en la mortalidad del año 2015, y afectan especialmente a los países de ingresos bajos y medios (OMS, 2017). Este es el caso de Colombia, país que ha visto el deterioro paulatino del sistema público (y privado) de salud desde hace ya décadas. Si este panorama continúa así, para 2025 las pérdidas en estos países podrían llegar a los US$ 7 billones (OMS, 2014). Se trata, en todo caso, de un escenario nada alentador, en relación con este tipo de enfermedades que afecta con mayor rigor a las poblaciones más vulnerables.
Una situación en la que la publicidad contribuye de manera sobresaliente al fomentar y promocionar el consumo de todo tipo de sustancias que potencialmente llevan al padecimiento de este tipo de enfermedades. Al respecto, es necesaria una acción intersectorial, donde las estrategias de intervención y los recursos comprendan objetivos complementarios que posibiliten el cuidado de la salud y los sistemas ampliados de promoción de la salud y el bienestar de la población (OMS, 2017). Un contexto en que la investigación, el desarrollo y la innovación para el acceso a medicinas y tratamientos alternativos para las ENT y la promoción de la salud mental se conviertan en prioridad en cuanto a la magnitud del fenómeno en cuestión.
El trabajo complementario a que se refiere el informe se fundamenta en los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (ONU, 2018), los cuales reemplazaron las anteriores metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Particularmente el objetivo número 3, sobre salud y bienestar, busca sociedades resilientes, con productos y servicios que fortalezcan la salud pública y el bienestar de las sociedades; de este modo, contribuyendo también con otros objetivos tales como el fin de la pobreza y el hambre (1 y 2), y la promoción de la educación de calidad (4), la igualdad de género (5) y de sociedades inclusivas (16) (OMS, 2017).
Comunicación gráfica y salud
Para nuestro caso, en la perspectiva de la comunicación gráfica, se puede también relacionar con los objetivos de ciudades y comunidades sostenibles, de producción y consumo responsables y de alianzas para lograr los objetivos (objetivos 11, 12 y 17, respectivamente). En este orden de ideas, los medios masivos de comunicación, sin desconocer su naturaleza perversa en la sociedad capitalista, deben rescatar su función educativa y su uso para la promoción de valores saludables (Feo Acevedo & Feo Istúriz, 2013).
Es aquí cuando la persuasión en la comunicación se convierte en aliada estratégica de la promoción de la salud:
Cuando cedemos a la persuasión, de algún modo introyectamos la voluntad ajena y tomamos como nuestro el deseo ajeno. El mensaje persuasivo juega entonces con elementos más profundos que el simple orden, pues él debe hacer con que el receptor sienta como suyo el deseo de actuar de cierta forma y no de otra, cuando en realidad él está siendo “persuadido”. (Epstein, 1985, p. 72).
De esta manera la comunicación gráfica tendría un aporte importante en cuanto a la transmisión de ideas a través de un conocimiento que involucre el campo de la salud. Donde sí se conoce el campo o la enfermedad a tratar o en su mismo caso prevenirla. La comunicación y los medios audiovisuales cobran una gran relevancia en cuanto a acciones de promoción y prevención relativas a ese campo.
Renaud y Rico de Sotelo (2007) definen la comunicación para la salud “como el estudio y la utilización de estrategias de comunicación interpersonales, organizativas y mediáticas que pretenden informar e influir en las decisiones individuales y colectivas propicias a la mejora de la salud” (p. 156). No obstante, la proposición de estrategias, esencialmente aquellas organizativas y mediáticas, requieren análisis previos que muestren las tendencias más efectivas para tomar alguna decisión. Es aquí que el conocimiento adquirido sobre la utilización del video y la imagen en experimentos visuales, acompañados de la aplicación de encuestas en línea, aparece como una estrategia interesante en la formación tecnológica.
Considerando, entonces, ese contexto de incidencia de ENT, bajo la óptica de la comunicación gráfica y sus posibilidades persuasivas, el estudio se propuso entender el miedo como vía de entrada para el análisis y la creación de posibles contenidos organizativos y mediáticos. Una tarea indispensable en América Latina o África, regiones en que el desafío es mayor, pues las políticas de salud pública son influenciadas por agencias internacionales como la OMS; por eso, el interés de realizar iniciativas participativas (y reforzar las que hay en curso) en comunicación y salud adaptadas a este contexto diverso, debe ser comprendido por los responsables de la salud y de las comunicaciones (Renaud & Rico de Sotelo, 2007).
Sobre el miedo y las fobias
El miedo es un sistema de defensa contra el peligro, como lo afirma Marina (2006):
Un sujeto experimenta miedo cuando la presencia de un peligro le provoca un sentimiento desagradable, aversivo, inquieto, con activación al sistema nervioso autónomo, sensibilidad molesta en el sistema digestivo, respiratorio o cardiovascular, sentimiento de falta de control y puesta en práctica de algunos de los programas de afrontamiento: huida, lucha, inmovilidad, sumisión. (p.32).
El miedo se manifiesta al estar expuestos ante un objeto, animal o situación que incomoda o hace sentir pavor y el cuerpo lo manifiesta con una serie de síntomas, en lo corporal (agotamiento y dificultad de respirar), psicológico (el mundo se convierte en amenaza, sentir peligro sin haberlos) y conductual (se concentra en estar en alerta máxima, dispuesto a huir del peligro o realizar rituales que lo liberan de la angustia, aunque solo momentáneamente) (Marina, 2006).
Estos síntomas, en lo corporal[2], psicológico y conductual, pueden aparecer en algún momento de la vida de una persona que experimenta intensamente el miedo. Con razón se anota que la fobia es un temor fuerte e irracional de algo que representa poco o ningún peligro real, en lo cual implica una evitación de aquello que se teme. Según el DSM-IV-TR[3] (citado por Pérez-Acosta, 2005) la clasificación de la fobia incluye 2 grandes subtipos: las fobias específicas y la fobia social o trastorno por ansiedad social (p.26). Esta investigación se enfocó principalmente en las fobias específicas, también llamadas simples o focales, en lo cual se caracteriza por situaciones concretas.
Existen muchas fobias específicas, como por ejemplo: la aracnofobia, temor a las arañas, o la acrofobia, temor a las alturas, en que una persona no puede subir más allá de un cuarto piso de un ascensor, ni mucho menos mirar hacia abajo desde una gran altura. La claustrofobia es el temor a los espacios cerrados, como estar atrapado en un ascensor por mucho tiempo, donde el sujeto se le va el aire y manifiesta una desesperación al sentirse atrapado. Las personas con fobia tratarán de huir o evitar el objeto o situación a la que le tienen miedo, pero según la Clínica Universidad de Navarra (2015) puede sufrir estos síntomas en el cuerpo aparte de lo que se indicó anteriormente: sudoración, respiración anormal, aceleración del latido del corazón, temblores, escalofríos, dolor en el pecho, sequedad en la boca, mareos y dolor de cabeza. Un tratamiento especializado puede ayudar a la mayoría de las personas.
La terapia de conducta es el tratamiento más efectivo para las fobias y puede ser combinado psicofarmacológicamente, que consiste en: exposición progresiva a los estímulos fóbicos, entrenamiento en técnica de manejo de ansiedad, reestructuración cognitiva orientada a combatir las ideas catastróficas que se puedan presentar. Si bien es cierto que las fobias específicas conllevan una serie de conductas también es importante recalcar que estas parten de situaciones específicas o incluso de circunstancias traumáticas vividas anteriormente.
Las fobias pueden ser desencadenadas “por la presencia o anticipación de objetos o situaciones específicos: animales, lugares cerrados, alturas, oscuridad (…)” (Bados, 2005, p.2). Incluyen un tipo de edad y comienzo, pueden predominar según el género, el patrón de conducta física o emocional, aspectos externos de la situación e incluso antecedentes familiares (Bados, 2005). Se inician entre los 7 y los 9 años de edad y, quienes presentan repulsión a los animales, pueden temer a una gran cantidad de factores como su apariencia, sonido o movimiento, por ejemplo, hacia insectos o roedores (Bados, 2005). Öst (citado por Bados, 2005) especifica 8 años “para la fobia a las inyecciones”, mientras Lipsitz et al. y Öst (citados por Bados, 2005) asocian la fobia a la sangre a la edad de 9 años. En este tipo de fobias principalmente el miedo es inducido por la idea de ver sangre o simplemente de generar una herida; también se relacionan en algunos casos a las intervenciones quirúrgicas (Bados, 2005).
A los12 años se manifiesta la fobia dental (Öst, ap. Bados, 2005) que provoca estímulos frente a la situación de estar con el dentista y a las inyecciones o el taladro, que induce un inmenso dolor, y se pueden generar sensaciones de ahogo, principalmente en los hombres. Finalmente, Lipsitz et al y Marks (ap. Bados, 2005) señalan el comienzo de la fobia a las alturas con la etapa de los 12 a 13 años. Este tipo de miedo es conocido también como fobia de ambiente natural y la persona implicada puede tener un miedo irracional a las alturas, manifestando inclusive síntomas de malestar como el mareo (Bados, 2005).
Una pesquisa mixta en comunicación gráfica
La investigación se diseñó siguiendo un enfoque mixto, abarcando aspectos tanto de la investigación cuantitativa como cualitativa. En cuanto a su tipo, se fundamentó en la descripción como posibilidad de aproximación a la problemática propuesta, por medio del método inductivo. Para ello se prepararon un experimento visual y una encuesta, aplicados a una muestra representativa de la población estudiantil de Uniminuto Bogotá Sur.
En lo relativo al procedimiento, hubo una primera fase de revisión documental, efectuada principalmente durante 2017. Una segunda fase, en que se aplicó un experimento visual (por medio de un visor de realidad virtual) y una encuesta en línea, cuyo cuestionario se diseñó con preguntas cerradas y de opción múltiple acerca de las fobias y miedos más comunes. Se hizo además uso de dos cámaras de video, como herramienta para la observación sistemática, que apoyaron el registro de los movimientos y reacciones de los estudiantes a la hora de efectuar el experimento; de igual forma, se usaron dos computadores para la realización de la encuesta. En este sentido, se utilizaron varias técnicas e instrumentos de investigación que le aportaron un mayor rigor metodológico al proceso. Finalmente, en la tercera y última fase, se sistematizaron y analizaron los datos recolectados, con miras a la preparación de ponencias para la publicación de los resultados de la investigación.
En vista de que el universo poblacional se aproxima a las 10 mil personas, la muestra estuvo conformada por 100 estudiantes (entre 16 y 39 años) de las diversas carreras que la Vicerrectoría Bogotá Sur ofrece en el Centro de Operación San Camilo. Así, se alcanzó un nivel de confianza de 95% y un margen de error de 9%, que le otorgan un carácter representativo a la muestra. Por lo demás, el uso de las cámaras de video como instrumentos para la observación sistemática de las reacciones corporales, auxilió el análisis de las respuestas dadas a los cuestionarios.
Respecto a la dinámica de realización del experimento y la encuesta, se les comunicó a los estudiantes acerca de la investigación a través de un consentimiento informado sobre su participación voluntaria en el mismo; luego se procedía a la visualización de un video, por medio de un visor de realidad virtual, con una duración aproximada de un minuto, después de lo cual se resolvía un cuestionario en línea. La información obtenida fue sistematizada y analizada por medio de una hoja de cálculo y organizada y presentada en gráficos y tablas.
Por lo anterior, puede decirse que la observación, el experimento y la encuesta permitieron obtener los datos necesarios para el análisis inductivo. Cada uno de ellos respondiendo al enfoque mixto que siguió la investigación.
Desagrado y repulsión a las alturas
En total participaron 100 personas, en su mayoría entre 16 y 27 años de edad (74%), de las cuales 60 fueron hombres y 40 mujeres. De estas 40 mujeres, 2 no pudieron terminar el experimento por miedo y ansiedad. Los demás participantes evidenciaron constantes movimientos de sus extremidades inferiores y superiores en la serie de imágenes que les evocaba miedo. Algunos manifestaron sentirse mareados. En los hombres se evidenció una circunstancia fisiológica en la garganta, al pasar saliva de una manera rápida y continua. En ocasiones manifestaban oralmente la sensación de asco y miedo, así como movimientos faciales, principalmente en los labios. La frecuencia de estas reacciones corporales ante las imágenes expuestas se presenta en la siguiente tabla:
Tabla 1 Frecuencia de reacciones
En términos de la reacción corporal al miedo, fueron mayores las manifestaciones de desagrado, repulsión y vértigo, suscitadas por medio de imágenes de alturas. A través de la observación se detectaron también otras manifestaciones físicas en los estudiantes tales como movimientos corporales y gestos en los labios e, incluso, se registraron situaciones de mareo. Manifestaciones acompañadas, en algunos casos, de contracción del estómago y sudoración de manos y cabeza.
Por su parte, la encuesta reveló una alta frecuencia de personas que viven con miedo. Tanto así que 58% han dejado de realizar algún tipo de actividad en su entorno por temor. Para la mayoría (92%) el miedo es producto de circunstancias traumáticas vividas más que de herencias familiares (8%). Un gran porcentaje (62%) piensa que ya son lo suficientemente fuertes para no adquirir miedos o fobias.
Consideraciones finales
El alto grado de incidencia del miedo entre la población estudiantil de Uniminuto Bogotá Sur ante actividades que realizan en su entorno (58%) y su fuerte relación con experiencias traumáticas (92%), lleva a pensar en situaciones cotidianas cargadas de violencia, no sólo física, sino también sexual y psicológica. Situaciones desencadenantes de los denominados trastornos de ansiedad, hoy clasificados en la nosografía de las enfermedades no transmisibles. Esto es, de padecimientos causados, por ejemplo, por consumo de tabaco, alcohol, sodio, sal, azúcar, entre otras sustancias con potencial dañino, pues conducen, en muchos casos, a la muerte, o que causan o pueden causar también tales trastornos del comportamiento.
Es de anotar, de igual modo, que las sensaciones de repulsión, desagrado y vértigo, que evocan los planos o secuencias de las alturas, podrían integrarse en mensajes que promuevan la valentía entre los estudiantes del sur de Bogotá, por medio de diversas piezas gráficas o visuales. Esto podría incrementar ese 60% de personas que hoy piensan en su fortaleza frente a la ansiedad y la angustia. La importancia de este proceso se concibe así como fundamento de estrategias organizativas y mediáticas persuasivas, aplicadas en este caso al contexto de la salud mental estudiantil en la Vicerrectoría Regional Bogotá Sur.
En vista de que la presente investigación se centró en las denominadas fobias simples y que las llamadas fobias sociales tienen también una gran incidencia en la sociedad, el diseño metodológico aplicado servirá de base para una siguiente etapa en que se pretende indagar sobre este segundo tipo de ansiedades.
Este proyecto busca continuar así apostando a la construcción de sociedades resilientes, proceso en el cual la universidad debe participar en todos los niveles. El paradigma actual en el ámbito de las comunicaciones y la salud precisa de una participación basada en un enfoque relacional. Donde no se piense solamente en el producto sino también en los procesos de cambio, muchos de los cuales pueden ser apoyados concretamente a través de la prevención y la promoción de la salud.
Las campañas contra el tabaquismo y el alcoholismo son algunas de las formas específicas en que la comunicación gráfica juega un papel destacado. Papel que enriquece los medios a disposición para la difusión de otros valores, que generalmente están fuera de la agenda mediática oligopólica. Finalmente, se trata de reflexionar sobre el cuidado de sí, el cuidado de todos, como una tarea urgente para el análisis y la creación de contenidos innovadores, dirigidos al mejoramiento de la salud en públicos específicos.
Referencias bibliográficas
Bados. A .L (2005) Fobias Específicas. Naturaleza, edad y comienzo. Recuperado de http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/360/1/113.pdf
Clínica Universidad de Navarra (2015). Diagnóstico y tratamiento de las fobias en la clínica. Recuperado de https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/fobias
Epstein, I. (1985). O signo. São Paulo: Ática.
Feo Acevedo, C., & Feo Istúriz, O. (2013). Impacto de los medios de comunicación en la salud pública. Saúde em debate, 37 (96) 84-95.
Izar, A., Martinez, P., Martinez, J., Verasegui, J. & Villalobos, C. (2014). El miedo proyecto de investigación. Recuperado de https://es.slideshare.net/PrepaRioOficial/el-miedo-34785929
Marina, J. (2006). Anatomía del miedo. Barcelona: Anagrama.
Organización de Naciones Unidas, ONU (2018). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de http://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/background.html
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______. (2016). World Health Statistics. Monitoring Health for the SDGs. Recuperado de www.who.int
______. (2014). Informe sobre la situación mundial de enfermedades no transmisibles. Recuperado de www.who.int
Pedraza Gómez, Z. (2009). En clave corporal: conocimiento, experiencia y condición humana. Revista Colombiana de Antropología, 45 (1) 147-168.
Pérez-Acosta, A. (2005). Fundamentos de las Terapias de Exposición contra las Fobias: Una Propuesta Teórica Integradora de la Conducta de Evitación. Terapia Psicológica, 23 (1), 25-35.
Renaud, L. & Rico de Sotelo, C. (2007). Comunicaciones y salud: paradigmas rivales. Revista Latinoamericana de Ciencias de la Comunicación, IV (6) 154-164.
Uso del DSM-IV (2018, marzo 29). Recuperado de http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv_int_uso.html
NOTAS:
[1] Enfermedades ligadas con la promoción de la salud mental desde las estadísticas difundidas en 2016, siguiendo una perspectiva que relaciona la salud con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OMS, 2016).
[2] Entendido aquí lo corporal, el cuerpo, no como un medio “sino la condición propia del ser humano” (Pedraza Gómez, 2009, p. 151).
[3] Se trata de un manual analítico y estadístico acerca de trastornos mentales.