CAMINANDO. PRÁCTICAS, CORPORALIDADES Y AFECTOS EN LA CIUDAD
RESULTADO DE INVESTIGACIÓN: Movidos por este interés común, el segundo semestre 2015 caminar fue el tema de investigación desarrollado en nuestro curso Investigación Etnográfica y Diseño. Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile y Dirección de Artes y Cultura, Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Introducción
Caminar como fenómeno social total Martín Tironi
Vencer el capitalismo caminando Walter Benjamin, 2000
Hace casi medio siglo, Henri Lefebvre (1969) advertía que el capital y la lógica del valor de cambio pueden derivar en procesos de urbanización des-urbanizada, esto es, espacios vacíos de posibilidades de apropiación. En efecto, se han extendido en los últimos años la suspicacia y las controversias a la hora de aceptar los procesos de urbanización moderna como sinónimo de producción de “urbanidad”. Las mega ciudades se han convertido en lugares paradigmáticos de insostenibilidad ambiental y social, rasgos asociados a la contaminación, congestión, hacinamiento, inseguridad y anonimato.
La cada vez mayor concentración de población en las ciudades (según la ONU, cada mes cerca de 200 mil personas se integran a vivir en urbes), y los impactos que ello tiene sobre la calidad de vida, han dado pie a planteamientos en pos de la construcción de territorios más “resilientes”, “inteligentes” o “amigables” con el medioambiente. En el último tiempo, es el discurso de la sustentabilidad urbana el que parece primar en los debates sobre la ciudad (Barton, 2006; Tironi, 2015), muchas veces sustentado en cuestionamientos a los modelos de urbanización basados en la motorización indiscriminada y la fragmentación del territorio (Cugurullo, 2015).
Sus postulados se han consagrado como el nuevo corpus ético del desarrollo urbano, impulsando medidas orientadas a la “ambientalización” de la ciudad; entre ellas, la reducción de la huella de carbono y de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mitigación de los desechos generados y la eficiencia energética.
Inspirados en este régimen medioambiental, proliferan las iniciativas y servicios de carácter “sustentable”, que van desde proyectos de “eco-barrios” y sistemas de autos y bicicletas compartidas, pasando por iniciativas de regeneración de áreas verdes, luminarias inteligentes, huertos urbanos, hasta campañas ciudadanas de compostaje doméstico y eficiencia energética. Actualmente, la retórica de la Smart City ha encontrado en ese escenario un amplio espacio de intervención y experimentación, con su promesa de espacios urbanos más sustentables y eficientes logrados por la introducción extensiva de nuevas tecnologías digitales.